BARRIO

Cabañal

El Cabañal nos gusta así, enterito y a la vera del mar. Tiene un encanto, y no sólo son sus fiestas marineras ni sus casitas modernistas, ricas en alicatados de colores… Es también esa atmósfera salina que impregna hasta la cerveza y el ánimo: jovial y dicharachero, como el de sus habitantes.


Benimaclet

Benimaclet nos llama por esa gracia que conserva de los pueblos de antaño: callejuelas repletas de gente en sus fruterías o bares, niños correteando en las plazas, la huerta y las alquerías en el extrarradio… Es acogedor, como un pueblo de costumbres y respeto. Nos sentimos en casa.


Ruzafa

¿Cómo definir Ruzafa? Esa mezcla entre lo modernete y lo antiguo: de pubs y librerías de viejo, bares profundos y carpinterías de toda la vida; niños latinos, chinos, africanos; luego está el ruido del Mercado y los hípsters con calcetines y chanclas en verano… Digamos que, salvo por lo último, Ruzafa es “elegante”.


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