BERRY DIJKSTRA, «De niño me pasaba el día dibujando. Creaba mundos de fantasía poblados de rascacielos y dragones».

Berry Dijkstra (1980, Leeuwarden, Países Bajos) / www.berrydijkstra.com / @berrydijkstra ¿A qué has sobrevivido? Al verano. Me mudé a Valencia hace poco y por primera vez en mi vida he pasado todo el verano en un país del sur de Europa. Pensé que podía soportarlo porque había estado muchas veces de vacaciones en España. ¡Qué equivocado estaba! Los veranos en España son diferentes, especialmente si tu cuarto no tiene aire acondicionado. ¿Qué buscas cuando te miras al espejo? Prefiero mirar por el lente de la cámara. En mi trabajo, traduzco mi visión-concepto a una imagen, a un paisaje con cierta composición, paleta de color y algo de fricción. Y esta imagen también puede traducirse en la forma en que me veo a mí mismo.

Berry Dijkstra en su estudio de Valencia. Foto: Alejandro Benavent

¿Dónde y cómo has pasado lo que va del año 2023? ¡En Valencia! Últimamente he pasado mucho tiempo deambulando. Los inicios son siempre mágicos: cómo fue construida la ciudad, su historia, los colores, olores, las muchas caras del lugar, el cambio de estaciones y los paseos interminables por los jardines del Túria. Cada esquina es potencialmente una nueva experiencia. Mudarse a otro país te saca de tu zona de confort. Nada es rutina y tienes que reinventarte. Esa fricción mezclada con la emoción por lo nuevo es muy interesante. Estoy ampliando mis horizontes, literal y metafóricamente. Haciendo un balance… ¿Has ayudado a otros más de lo que te han ayudado, o viceversa? Soy una persona más inclinada a ayudar a los demás que a pedir ayuda. Parece una respuesta soberbia pero tengo esa mentalidad del “puedo hacerlo yo mismo”. Pero pedir ayuda puede ser una manera muy acertada de elevar tu vida y llevar tu trabajo a otro nivel. ¿Qué habilidades has perdido con los años y ahora echas de menos? De niño me la pasaba dibujando. Creaba mundos de fantasía poblados de rascacielos y dragones. Ahora todo es digital y creo escenarios con objetos y mobiliario, pero a veces echo de menos dibujar. Ya no forma parte de mi rutina.

Berry Dijkstra en su estudio de Valencia. Foto: Alejandro Benavent

Cuando eras más joven, ¿qué cosas no te imaginaste nunca haciendo y hoy forman parte de tu vida o de tu práctica artística? Soñar despierto, divagar, ¡el arte de no hacer nada! El capitalismo nos ha hecho creer que ser productivo es el bien más preciado, y que estar aburrido o no hacer nada es holgazanería. Pero puede ser liberador. Descríbete. «The eye has to travel”, Diana Vreeland. Soy una persona visual. Encontré la forma de fusionar mi personalidad con mi trabajo. Busco continuamente la belleza (también en lo inesperado) y me gusta sobrepasar límites. Me enfoco en los diseñadores jóvenes y en los muebles vintage. Mi vida personal y profesional están conectadas y gravitan alrededor de la forma, el material y la composición, alimentando mi trabajo como curador de diseño, coleccionista y artista de la composición. ¿Qué conceptos o ideas has cambiado radicalmente con el paso del tiempo? La funcionalidad. El diseño de interiores y de producto buscan esencialmente la funcionalidad, y como diseñador de interiores siempre intentaba acomodar el espacio lo más eficiente y lógicamente posible. Hasta que dejé de hacerlo… y eso marcó el inicio de un nuevo modo de crear composiciones con objetos funcionales y mobiliario. Los agrupo pero quitándoles su función, incorporándolos en un escenario mayor donde todo gira en torno al material y la forma.

¿Cómo has celebrado tu mejor cumpleaños? Creo que al cumplir los 20, 30 y 40. No necesariamente por la fiesta sino por el simbolismo de iniciar una nueva etapa. ¿Tienes alguna cualidad que le guste a los demás pero de la que tú reniegues persistentemente? La gente a menudo me dice “deberías dedicate a la política”. Tengo opiniones firmes de una variedad de temas, pero no califico para la política. No me gusta hacer concesiones y eso es precisamente lo que se espera de un político, agua en el vino. ¿Hay alguna persona o grupo que haya impulsado decisivamente tu carrera? Ha sido un conjunto de gente, oportunidades, decisiones, eventos y una gran dosis de suerte. Crecer en los Países Bajos, en un entorno seguro y con un buen sistema educativo, me ha permitido llegar a ser quien soy. También Instagram ha sido un canal importante en mi carrera, permitiéndome crear una red internacional de gente. Uso mi web como una plataforma para mostrar mi trabajo y el de otros diseñadores. ¿En qué zona del supermercado pasas más tiempo? En la caja. Por suerte mi supermercado local tiene caja de autoservicio, pero honestamente nunca funciona bien, lo que me supone mucho tiempo.

Berry Dijkstra en su estudio de Valencia. Foto: Alejandro Benavent