CARLOS CORRECHER “La forma de estar y ser cuando quiero algo de mí mismo es solo”

CARLOS CORRECHER. (Valencia, 1992). Desayuno favorito: café solo. ¿Cómo se te conquista? Sin rechazarme de primeras. A veces soy una persona muy complicada, por mi manera de ser y por mi manera de trabajar. Si me pillas en medio de una situación que me está siendo difícil de gestionar, paso de estar hecho una fiera a ser un angelito. Eso… y regalándome chocolate.

¿En qué situaciones te sientes vulnerable? Tengo dos situaciones hipotéticas en las que no sabría si reír o preocuparme. En la primera, me siento en el metro junto a alguien que no para de olerse los dedos sin disimulo. En la segunda, me cruzo en una acera muy estrecha con alguien que va en muletas y fuma a la vez; tiene la habilidad de hacer ese combo. Me gusta fantasear con estas situaciones y crearme tensiones innecesarias; una actitud risible a la hora de gestionar las imágenes con las que trabajo. A veces es muy difícil manipular el mundo icónico que me voy creando… y me ayuda moverme en un campo de acción ambiguo entre la comodidad y la tensión. Siguiendo con la pregunta, odio las discotecas.

Si tuvieras que diseñar la parte emocional de tu clon, ¿por dónde empezarías? ¿Qué actualizarías de ti mismo? Eliminaría el miedo infundado que tengo a muchas cosas. No tiene razón de ser, simplemente lo tengo. Pintar es una forma de enfrentarlo. La actitud que adopto, ese humor serio, encriptado, viene de ese miedo. Por eso en realidad no me gusta pintar… porque me enfrento a todo eso y estoy solo ante el peligro. Pero tengo una cosa clara: si dejo de pintar, ¡se acabó! Es una relación de amor-odio compleja y vital para mí.

¿Qué es lo que más te incomoda de tu trabajo? Actualmente llevo a la vez varios procesos de trabajo que han derivado de un mismo punto. Que vayan a parar todos a un mismo sitio, que al final se den la mano y caminen juntos, me está costando mucho. Algo más rotundo es estar solo todo el tiempo: puedo tener muchos amigos, familia, incluso gente trabajando alrededor cuando estoy pintando… pero la forma de estar y ser cuando quiero algo de mí mismo es solo.

¿Y lo que te hace sentir más orgulloso? Cuando todo sale bien. Normalmente todo sale en contra de lo que yo quiero. Pero el día que todo va rodado, disfruto de verdad. Aunque eso tiene su peligro: en ocasiones pasa que, con el tiempo, me atrevo a ver ese trabajo y sé que en cierta forma la he cagado. El saber que hay algo fatal también tiene su atractivo.

¿Cuándo fue la última vez que recurriste a un mapa? En Madrid, este verano. Nada más llegar, me querían llevar a un restaurante vegetariano. Acabamos comiendo en un 100 montaditos oscuro y grasiento, muy castizo. Había gente solitaria y comerciales que trabajan a puerta fría. Aunque salió mal, pasé un rato divertido.

¿Hay algo de Valencia que antes odiabas y que, con el paso de los años, ahora valores y presumas? Yo diría que no. Aunque nací aquí, Valencia siempre me ha creado una indiferencia brutal. Poco a poco he ido apreciando lugares, pero he tenido que patearme mucho la ciudad para encontrarlos y siempre ha sido de forma casual. Por influencia externa, lo que más aprecio ahora mismo es el patrimonio arquitectónico, aunque esté descuidado hasta el extremo.

Comparte una tradición familiar propia que tal vez pueda resultar muy atípica en otras familias. Algo raro es que hablamos muy abiertamente de sexo, a veces demasiado. Recuerdo mi adolescencia en familia como un sonrojo continuo. Pero ya se dice: si no les puedes, únete a ellos.

¿Qué llevas en el bolsillo izquierdo del pantalón? Un mechero y confeti (no es broma).

Comparte con los lectores un mensajito de amor antes de que guarden o se deshagan de esta revista. ¡Madre mía, qué ganas de improvisar un horóscopo aquí! Pero seré serio y haré honor a mi profesión. Visitad museos y galerías todo lo que podáis. Leed un libro, pero tomaos una copita también. No sé… mantened el status quo. Eso no quiere decir que por ir a ver arte os pongáis luego a ver Sálvame. ¡No lo hagáis! ¡No veáis Sálvame! Más info: www.carloscorrecher.tumblr.com

Deja un comentario