Cuando se comenzó a trabajar en esta pequeña casa y a raíz de una profunda investigación histórica, se concluyó que hay pocos lugares en México con una identidad constructiva tan contundente como Guanajuato.
Una identidad que se ve claramente reflejada en su arquitectura, utensilios de cocina, canalizaciones, leyendas, e incluso en sus héroes como el Pípila, que carga una enorme roca sobre sus espaldas para proteger a su regimiento de las balas enemigas.
En la región de Guanajuato la piedra es un elemento muy arraigado en todas las formas de expresión cultural. En consecuencia, el material para este proyecto arquitectónico fue fácilmente seleccionado. Además, cerca hay una cantera y mano de obra especializada, recursos que facilitaron un diálogo directo con la cultura del lugar que ocupa la vivienda. La vivienda se organiza en una sola planta cruciforme; la parcela se organiza a partir de un cruce de callejones de piedra que definen los diferentes recorridos, enmarcan las actividades y separan cada espacio.




Una vez dividido, se asignó un “uso” a cada uno de estos espacios: el inferior derecho es el que recibe a los habitantes a su llegada; está ocupado por un jardín endémico que refuerza, protege y da la bienvenida a seres vivos y humanos. El segundo espacio hace la función de garaje; se tuvo especial atención en cuidar los árboles durante la construcción, ya que son éstos los que proporcionan sombra y nos protegen del sol. Como remate, un muro longitudinal y poco aperaltado de piedra protege la entrada, evita ver al interior de la casa y remarca la presencia horizontal de la montaña al fondo. En el tercer espacio se ubica el volumen principal, la casa de una sola habitación. En su interior los espacios de día están separados de los de noche por un único volumen que contiene los baños, el vestidor y el área de servicio, y que rompe con la planta abierta. En el cuarto espacio encontramos la oficina; éste es el único elemento vertical visiblemente destacado que contrasta con la horizontalidad del paisaje y del resto de elementos, procurando que este gesto sea un guiño a los icónicos volúmenes de la mina de Santa Brígida.
La separación entre las distintas estancias obliga a un continuo tránsito que provoca el contacto con la tierra, el aire y la montaña, como si de un antiguo monasterio se tratara, enmarcando el paisaje pero al mismo tiempo formando parte de él.












“HW Studio” es un estudio de arquitectura creado en Morelia, México en 2018, en el pico de un estallido violento en el país. El estudio surgió con el propósito de estimular e involucrar principios artísticos y filosóficos orientales y occidentales en procesos arquitectónicos para recrear espacios que evoquen y promuevan la paz.
FICHA TÉCNICA Arquitectura: HW Studio - www.hw-studio.com Ubicación: San Miguel de Allende, Guanajuato, México Arquitecto principal: Rogelio Vallejo Bores Arquitecto auxiliar: Óscar Didier Ascencio Equipo: Nik Zaret Cervantes Superficie: 195,80 m2