JAVIER HERRERO.“Lo que más me complace es ver que se le saca provecho a mi trabajo, que funciona”

JAVIER HERRERO (Valencia. 1981)
DISEÑADOR INDUSTRIAL

Defínete. Soy sencillo y directo, trabajador y reflexivo. No hablo mucho y soy un poco despistado… sí, pierdo cosas. También soy optimista, alto, guapo… y confío en las personas (como los bancos). ¿Qué hay en tu lista de la compra? Un portátil nuevo, una sierra de metales, unos imanes de neodimio… ¡Y un bonsái!

¿Y en tu lista de cosas urgentes por hacer? Cortarme el pelo, llamar a un par de amigos a los que tengo un poco abandonados, organizar el estudio (que no hay por dónde empezar), y hacer algún viaje fuera de Europa para coger perspectiva… pero lo más urgente es cortarme el pelo, sin duda.¿Tienes algún proyecto que haya nacido como resultado de una pelea? Podríamos decir que mi actual situación profesional, trabajando por mi cuenta, es producto de una “desafección” entre varias partes, pero sin sangre…

¿En qué circunstancias te has servido de algún conflicto (o has creado uno) para avanzar en tu carrera? Cuando uno de mis ex-compañeros en Ebualà decidió libremente abandonar el estudio por los motivos que fueran, consideré que era el momento de pasar página y comenzar una nueva etapa en solitario (y esto a su vez generó otro conflicto). No sé si servirá para avanzar, el tiempo dirá… ¡Pero era lo que me pedía el cuerpo! ¿Hay alguna limitación que el diseño te ayude a superar? Me gusta el diseño y me gusta mi trabajo, y el hecho de afrontar nuevos retos que nunca pensé que se me presentarían y ser capaz de superarlos me ayuda a sentirme bien conmigo mismo; en cierto modo, me hace ser mejor persona para los que me rodean, y eso está bien.

 

Javier Herrero dibujando. Foto: A.Benavent

¿Cuál es tu punto fuerte? Saber escuchar e interpretar bien lo que me están pidiendo… Parece una obviedad pero es una de las claves para que un proyecto llegue a buen puerto y para que la relación con los clientes sea gratificante para ambas partes. ¿Qué parte de tu personalidad estorba en tu relación con los clientes? Creo que me “vendo” poco, es decir, no trato de gustar o convencer al cliente antes de hacer nada; prefiero que se convenza al ver el trabajo realizado, pero esto también provoca que en un principio todo sea más frío. Los hay que con menos trabajo detrás son capaces de generar más expectativas, y eso es una ventaja.

¿Qué valores deseas que tus clientes perciban en tu trabajo? Una búsqueda creativa de nuevos caminos y un trabajo minucioso para aportar soluciones a los problemas que vayan surgiendo en cada ocasión… Luego, lo que más me complace, es ver que se le saca provecho a mi trabajo, que funciona.

¿Trabajas en solitario o en equipo? Ahora mismo trabajo solo (me ayudan con el tema de la contabilidad, pero nada más), necesito tranquilidad, aunque a medio plazo seguro que buscaré ayuda… echo de menos a alguien que me ayude a contrastar ideas y que aporte cosas. No descarto colaborar con otros diseñadores puntualmente.

¿Qué valores aprecias en el diseñador que más admiras? Le tengo mucho aprecio a Enzo Mari, fue profesor mío en el Politécnico de Milán y siempre admiraré su capacidad para integrar el diseño en un discurso global, de vida (más allá del mero hecho de crear un objeto práctico y más o menos bello, y ponerlo a la venta), pensando en todos los que intervienen en su producción, en los usuarios finales pero también en el entorno y el medio ambiente. La pasión con la que este hombre vive el diseño me dejó muy impresionado.

¿Hay algún proyecto que te persigue durante años pero que no te sientas listo para empezar? Sí, y no es que no me sienta preparado pero llevo unos meses queriendo diseñar (para luego hacérmelo) un perchero para mi casa… y ya se sabe, “en casa de Herrero, cuchillo de palo”… ¿Has tenido hoy alguna idea que puedas transformar en un diseño? Pues sí, pero si me permites me la voy a reservar, pero os daré una pista: tiene que ver con la iluminación, y si al final sale algo os lo haré saber. ¡Seguro!

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